A través del contacto con los caballos el paciente se ve obligado a afrontar sus miedos, adquirir seguridad y autodecisión para poder transmitir órdenes al animal y que actúe. Esto permite incrementar su motivación concentración y las propias ganas de superación.
Los casos de parálisis cerebral, autismo, síndrome de down y niños con problemas de conducta son sus principales destinatarios.
Aquí os dejo un vídeo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario